miércoles, marzo 08, 2006

Aprendiendo a volar ...

El otro día, nuestro primer día de Taller, conversábamos sobre las motivaciones que tenía cada uno para estudiar arquitectura. Palabras como construcción, decoración, reconocimiento, servicio, creación, diseño y otras, fueron las que explicaron diferentes maneras en que cada uno fue acercándose a este nuevo mundo. Decíamos que la arquitectura era eso en su conjunto, pero que también no era nada de eso ... escudriñar más a fondo el significado de la arquitectura requería, y eso es algo que concluíamos, un trabajo personal. Es una especie de aprendizaje individual para comprender lo que a lo largo de la historia ha sido una de las manifestaciones culturales más importantes y trascendentes. La historia es fundamental para entender la arquitectura de hoy. Cierto es que no sólo importa aprenderse épocas o fechas o nombres de edificios o nombres de arquitectos (que no deja de ser importante), sino lo que realmente nos acercará a entender el mundo de la arquitectura es el sentido que ella tiene en el momento que es proyectada. Debemos esforzarnos por aprender a ver aquello que está tras la forma. Forma que es atractiva y cautivadora.
No es la forma la que buscamos finalmente, sino el vacio que esta forma genera y que cualifica al espacio. Por ello, una recomendación para todos es leer. Y la lectura recomendada es cualquiera de las Revistas El Croquis, disponibles en la hemeroteca de la Escuela. En ellas encontrarán lo más actual en diseño arquitectónico, lo más vanguardista en ideas y maneras de abordar los proyectos. Esto es importante ya que nos muestran lo que se está haciendo en el mundo y las diversas posturas y visiones de los arquitectos más importantes de esta época.
No son recetas ni son leyes a seguir, son maneras personales que nacen de la inquietud por explorar el espacio y al hombre en él.